1. Utiliza un calzado bueno, de calidad y con el que no te duela el
pié al andar. En muchas ocasiones la calidad de un zapato influye
positivamente en tu forma de caminar.
2. Compra zapatos de tacón con el interior blando (en Ángel Alarcón
utilizamos cambrillón, una especie de esponja que se pone en la planta
interna para amortiguar los golpes que se producen al andar).
3. Si no quieres parecer un pato no intentes apoyar a la vez la punta
y el tacón. Tienes que apoyar primero el tacón de tu zapato y luego la
punta, así es como se debe apoyar el pié.
4.Mientras apoyas el tacón con un pie el otro se está despegando desde la punta.
5. Dobla un poco las rodillas al andar, pero no camines con las rodillas hacia delante.
6. Cuerpo recto, espalda recta, mirada al frente y nada de dar
saltitos cuando andas, el cuerpo sólo se balancea de lado a lado, nunca
de arriba abajo.
7. Camina con los tacones rectos, intenta no doblarlos. Comprueba si
sueles desgastar un lado del zapato más que el otro y cambia de vez en
cuando la tapa de los tacones.
8. Compra un zapato que sea de tu horma, es decir, si un zapato te
destroza el pie cuando te lo pruebas, no te lo compres. Hay muchas
hormas diferentes, seguro que encuentras la tuya (en Ángel Alarcón
tenemos más de 15 hormas distintas).
9. Cuidado por donde caminas, intenta no hacerlo sobre tierra movida,
césped o zonas con rejillas o respiraderos en el suelo. Si no tienes
más remedio que andar por estas zonas olvídate del punto 1 porque
tendrás que andar de puntillas, sin apoyar el tacón o se hundirá.
10. Si vas a caminar mucha distancia o tienes prisa olvida los
tacones. En mucha ocasiones hemos visto a chicas que se descalzan en las
bodas, que se sientan cada dos por tres o que se mueven o caminan como
si llevaran chinchetas en los zapatos. Si haces esto has perdido todo el
glamour.
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